jueves, 13 de septiembre de 2012

ALIMENTACIÓN CORRECTA


Es la dieta que de acuerdo con los conocimientos reconocidos en la materia, cumple con las necesidades específicas de las diferentes etapas de la vida, promueve en los niños y las niñas el crecimiento y el desarrollo adecuados y en los adultos permite conservar o alcanzar el peso esperado para la talla y previene el desarrollo de enfermedades.

 Alimentación no requiere de someterse a estrictas dietas, tener profundos conocimientos de dietética o seguir complicados cálculos. Basta con comer de forma equilibrada, consumiendo diariamente alimentos pertenecientes a los cuatro grupos fundamentales.

La tendencia a comer más de lo necesario, unida a la preferencia por ciertos tipos de alimentos, descuidando otros, se traduce en un desequilibrado aporte de energía y de nutrientes (sobre todo grasas y proteínas), con el consiguiente riesgo de incurrir en algunas enfermedades de origen fundamentalmente nutricional como la obesidad, la hipertensión, la arteriosclerosis, la diabetes, etc. De todo ello se deduce que hay que controlar la cantidad y la variedad de los alimentos que comemos a diario. Los cuatro grandes elementos que componen la mayoría de los alimentos que suelen consumirse son las grasas, los hidratos de carbono, las proteínas y las vitaminas.

Ninguno de ellos es perjudicial en sí, siempre que se combinen de forma óptima para beneficio del organismo y que se evite el abuso o la carencia de cualquiera de ellos, o de todos.

Para alcanzar este objetivo no es necesario ser un experto en dietética o vivir calculando: en la mayoría de los casos basta con seguir ciertas normas elementales, conocer, aunque sea de forma superficial, la composición de los principales alimentos y obtener información sobre la forma más conveniente de conservarlos, cocinarlos y combinarlos entre sí para componer el menú o la dieta cotidiana. Puede decirse que el secreto para mantener el cuerpo en el estado más sano posible reside en mezclar de forma equilibrada los nutrientes esenciales y en comer con moderación. Ante todo, es necesario controlar el propio peso: por lo menos una vez a la semana conviene pesarse en una buena balanza a ser posible repitiendo la operación a la misma hora y en las mismas condiciones, por ejemplo: por la mañana, al levantarse. 


Un aumento de peso, por mínimo que sea, es indicio de un exceso alimentario y una señal para disminuir las dosis de alimentos.

Cuando se observa un aumento de peso, la primera reacción es a menudo eliminar el pan y las pastas de las comidas, como si éstos fuesen los únicos alimentos que engordan. !Qué gran error! No existen alimentos que de por sí engorden o adelgacen. De la misma forma que no existe ni en estado natural ni transformado un alimento universal y completo que vaya bien en todas las situaciones y en cantidades incontroladas.
OPINION 
La alimentación debe requerirse de acuerdo a la edad de la persona y a la energía que el cuerpo necesite, según la etapa de vida desde el nacimiento debe considerarse la nutrición como un orden  de salud.

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